Colaboración de Claudio Nuñez Giordano "Montevideo - Los
Barrios"
por Anibal Barrios Pintos
Montevideo, 1969
La Aguada
Las ciudades antiguas nacían en el dialogo con las fuentes. Grecia
y Roma veneraban las fuentes como dispensadoras de gracia y de frescura, como madres
ilustres de la agricultura circundante. El Montevideo primigenio también tuvo sus fuentes
y alrededor de ellas comenzó a crecer un modesto caserío que con el andar del tiempo se
convirtió en el barrio de la Aguada, que tiene su centro en el Palacio Legislativo y la
Avenida Agraciada como su mas importante vía de comunicación.
En la llamada "Quebrada de los Manantiales" los navíos se
aprovisionaban de agua antes de emprender largas travesías. Pero también desde la plaza
fuerte, que tenía ese mismo lugar para su abastecimiento, iban las carretas a los
arenales de la Aguada, de donde traían la arena necesaria para construir las viviendas de
material.
Otro núcleo poblado se fue formando entonces en torno de la Capilla
del Carmen, fundada hacia 1793 por el presbítero Manuel Antonio Collantes en las
proximidades de la esquina formada por la Avda. Rondeau y la calle Cerro Largo actuales.
En 1812 ya había sido demolida por encontrarse bajo el tiro de cañón de la plaza. En el
conocido dibujo de 1794 de Fernando Brambila, pintor de la expedición de Malaspina,
aparece la fuente de la Aguada. Todavía subsiste, bajo la finca de la Avda. Agraciada No.
1800 esquina Pozos del Rey. Dos fuentes más ha ubicado Walter Scaldaferro: una bajo la
casa señalada con el No. 1234 bis de la calle La Paz, entre Cuareim y Yí, la que
considera es la misma que fuera llamada Fuente de las Canarias, cuya agua era de primera
calidad; la otra bajo la finca de la calle La Paz esq. Yí, determinada por el No.
1250.Según lo prescribiera Francisco Acuña de Figueroa en su "Diario
Histórico", por el mes de abril de 1813, para hacer sentir la penuria del agua a los
sitiados, los sitiadores de la Plaza de Montevideo arrojaron piedras y animales muertos en
las fuentes. Y aunque luego la ciudad y los navíos se siguieron surtiendo de ellas, hacia
1836 la de la Aguada de los Navíos estaba salobre y se había abandonado.
En sus inmediaciones prosperó la famosa Quinta de las Albahacas,
situada en las proximidades de las calles Ejido, Cerro Largo y Miguelete, según el Dr.
Domingo González. Fue una de las principales abastecedoras de hortalizas y verduras para
la ciudad y contó entre sus cultivadores a León Palleja cuando éste era un desconocido
peón. En la segunda Capilla de la Aguada, inaugurada en julio de 1821, se reunió desde
el 16 de febrero al 22 de abril de 1829 el "Gobierno Provisorio y de la
Representación Nacional", cuando era Gobernador y Capitán General el brigadier
José Rondeau. Allí, en el mismo predio donde hoy ocupa la Basílica de Nuestra Señora
del Carmen (Avda. Agraciada y Venezuela), se decretó la ley de creación del Escudo
Nacional, el 14 de marzo de ese año.
La Aguada, ya constituida en centro de población considerable,
conjuntamente con el Cordón fue incorporada a la Ciudad Nueva el 31 de diciembre de 1861,
para que disfrutara de las mejoras de higiene y policía con que contaba aquella. En 1882,
en la que fuera quinta de Guerra, nació el Internado Normal de Señoritas cuya dirección
fue confiada a la maestra "vareliana" María Stagnero de Munar.
Tres generaciones de la familia Batlle dieron tradición social a la
Aguada. El primero en instalarse en ella fue el emigrado catalán José Batlle y Carrió,
que llegó en 1800 a Montevideo. Seis años después compró al Dr. Mateo Magariños su
Molino de la Aguada, ubicado en un amplio solar entre las actuales calles Yaguarón, Pozos
del Rey y Agraciada, molino que fue arrasado durante los dos sitios de los patriotas. En
Asunción esq. Yaguarón nació uno de sus hijos, Lorenzo Batlle, que con el grado de
general llegaría a ocupar la presidencia de la República; en otro edificio de posterior
construcción, situado en Yaguarón y Lima, inició su existencia su nieto, José Batlle y
Ordóñez, ligado por medio siglo de vida política a uno de los mas trascendentes
períodos del desarrollo nacional.
El famoso asiento del Quinto de Cazadores, baluarte de Máximo
Santos, antiguo Cuartel llamado de Bastarrica, desapareció de su ubicación en Agraciada
y La Paz cuando comenzó la rectificación de aquella, determinada por la ley de 19 de
junio de 1928.
En la zona donde en 1888 recibiera el bautismo de fuego el Cuerpo de
Bomberos al producirse el incendio del molino "San Luis", situado frente a la
iglesia de la Aguada, entonces en construcción, ha brotado orillando la majestuosa
Diagonal Agraciada una selva de empinados y macizos edificios. Sin duda el edificio mas
monumental y hermoso de cuantos se levantan en la zona es el Palacio Legislativo,
construido sobre el predio de la que fuera plaza General Flores e inaugurado en ceremonia
solemne el 25 de agosto de 1825.En la Aguada, en una casa de la calle Agraciada No. 26
(actualmente Agraciada casi La Paz) nació el 17 de enero de 1875 Florencio Sánchez, y en
otra de la calle Nueva York al 1415 vivió en sus últimos años Gerardo Matos Rodríguez,
el autor del más famoso de los tangos, "La Cumparsita".
Hoy, en la llamada Universidad Femenina, creada en 1912, hoy
Instituto José Batlle y Ordóñez, en el no menos importante edificio del Colegio y Liceo
Sagrada Familia, en el Instituto Héctor Miranda, y en el liceo No. 17, se cultiva y se
moldea el espíritu de los jóvenes. Y a partir del auge edilicio surgen residencias de
gran porte, importantes cuerpos de apartamentos como los construidos por la empresa
Lamaro, dilatadas sedes de instituciones públicas, grandes locales comerciales. Un
tránsito febril, con sonoro ritmo vial, es hoy la realidad dinámica de aquella zona
arenosa, llena de sangradores y barrancos, que oteaba con humildad las oscuras murallas de
la Plaza Fuerte |